01 de abril, 2013

Defenders of the Last Colony
Knitted Pixels
2012
Arcade
PC, XBLIG
defenders.knittedpixels.com

Defenders of the Last Colony

Nuestra primera incursión oficial en terreno de los Xbox Live Indie Games se salda con varios cientos de Starians reducidos a cenizas y nuestros pulgares al borde de las llamas. Los viejos arcades no morirán nunca, y desde Knitted Pixels nos explican, con sus particulares maneras, el porqué.

A grandes rasgos, Defenders of the Last Colony es un twin-stick shooter al estilo de Robotron: 2084 (1982) o Geometry Wars: Retro Evolved (2003) en el cual, sobre una rejilla bidimensional, podemos movernos con un stick y disparar con el otro en un intento de sobrevivir a una desfile interminable de enemigos; o en otras palabras, nada más y nada menos que lo que mandan los cánones del género. Imaginen una nave simplona, de esas de las de antaño, con unos útiles indicadores encima y algo más de resistencia en comparación con lo acostumbrado. Como en los clásicos más recalcitrantes. Sin embargo, no olviden que el juego cuenta también con un buen manojo de elementos de los conocidos tower defences, esas armas de procrastinación masiva habitualmente presentadas en formato jugable por navegador. Así las cosas, el núcleo duro en los muchos modos de juego que ofrece este frenético programa radica en apenas un manojo de premisas: sobrevivir a los embates enemigos mientras intentamos freírlos a disparos y construimos defensas que nos faciliten la labor de forma más o menos pasiva.

Fruto de este cóctel de mecánicas jugables resulta un juego con cierta profundidad pese a su sencillez, ahondada aún más gracias a los distintos personajes y las respectivas habilidades que ostentan, y que a bote pronto permiten distinguir entre dos tipos de protagonistas; los ingenieros, cuyas skills enfatizan la construcción de defensas, y los guerreros, con unas virtudes que a buen seguro pueden suponer. Las presentaciones y descripciones sobran desde el mismo momento en que Defenders of the Last Colony acelera, derivando desde un prosaico mata-mata hasta una importante sobredosis de explosiones concatenadas y cientos de rayos de color, especialmente disfrutables en modo cooperativo.

Sin embargo, cabe señalar ciertos aspectos técnicos que lastran la tremenda jugabilidad de este caso de juego XBLIG de manual. Servidor no tiene costumbre de dedicar más de tres palabras a los gráficos, si bien aquí se hace mención obligatoria el desequilibrio entre los espectaculares fondos que ambientan nuestras correrías galácticas, frente a un aspecto desabrido y apagado en líenas generales. Y esto es apenas un dato anecdótico si lo comparamos con el auténtico problema, y es que el juego puede llegar a renquear pero que muy duramente ante la saturación de enemigos, escenario que sin duda conoceremos especialmente en modos como el supervivencia —sin atisbo de duda al que más tiempo he dedicado—.

Defenders of the Last Colony supone un muy buen primer paso para los Knitted Pixels, en la que confío será una prometedora carrera. La vitalidad que desprende y una agilísima jugabilidad son valores suficientes que justifican su compra, mientras que el sistema de niveles y reliquias dan para un buen puñado de horas consagradas a la gloria del bullet hell. Mejor no quitarles ojo.

Acerca de Eduardo Garabito


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