Como en todo librojuego de corte clásico, el héroe de esta aventura eres tú. Este tipo de héroes suelen ser un lienzo en blanco para que el jugador se identifique plenamente. No obstante, esto no riñe con tener un personaje definido y diseñado para que tenga un carácter atractivo, pero que a la par sirva para favorecer ese enlace, ese vínculo entre jugador y personaje principal. El nombre elegido en ese sentido es una broma: Johnny Doe, un Juan Cualquiera, que podrías ser tú.
Este artículo es la traducción al español de una actualización en la página de Kickstarter de Z Files: Infection.
Esto no es América
Hasta el diseño final del personaje que ves, ha pasado todo un proceso que nos ha permitido definir al personaje justo como lo queríamos.
Greyman Studios siempre tuvo en mente, puesto que Z Files es una campaña internacional, hacer del protagonista americano y ambientar la aventura en EE. UU.
Aunque contamos con la dirección artística de Francis Porcel y su apoyo para la portada del comic-juego y los concept art, es un ilustrador muy ocupado, siempre trabajando en interesantes obras para la editorial Dargaud. Así que quiero que conozcas a Maite Hernández (@arbolpotted) ilustradora de Greyman Studios, de la que surgió una primera aproximación al personaje protagonista. Como ya teníamos decidido el estilo visual en plan Hellboy, Maite dio con esta maravilla de héroe americano.
Esto no es 1984
No obstante, el librojuego está ambientado en una metrópolis de España, posiblemente Madrid, y está repleto de referencias hispanas: el protagonista porta como arma secundaria un cuchillo jamonero hecho en Albacete; una rama de la aventura transcurre a través de un campamento gitano, y hay chistes de Chiquito de la Calzada. Referencias que podríamos intentar reducir para internacionalizar el juego, pero algunas son imposibles de salvar; y todo hay que decirlo, son muy divertidas. Por tanto solicité a Maite que buscara una orientación hispana, aunque fuese sencillo identificarse con ella desde EEUU. Un protagonista moreno.
Por entonces barajábamos ambientar el juego en los años 80. Algo que puede dar mucho juego en cuanto a diseño artístico, aparte de la nostalgia.
Pero… el librojuego original está ambientado en el presente, por tanto muchas referencias y partes de la historia no se podrían adaptar en su totalidad. Además que no queríamos precisamente otro juego más de nostalgia de los 80.
De vuelta al presente, o casi
El libro transcurre en el presente. El protagonista es un muchacho joven, último año de instituto, con una vida acomodada sin más preocupaciones que estudiar, jugar al ordenador e intentar ligarse a la chica que le gusta. Por otro lado es un chico aficionado al heavy metal, motero para más señas.
Le pedí a Francis un personaje que fuese joven y atractivo, con madera de héroe, pero aún por endurecer.
Es un gran diseño, un chaval super atractivo, justo como quería pero… siempre hay un pero.
1999
A pesar de que el libro está ambientado en el presente, es evidente que los autores lo escribieron pensando en un pasado mejor. Está repleto de referencias una década pasada. Hay chistes de «no me siento las piernas», el chaval protagonista viste con chupa de cuero negra y escucha Anthrax, ¡hay incluso unos recreativos! Por tanto había algo que no me terminaba de cuajar. La solución era un número: 1999, otra época maravillosa aunque no tan manida en cuanto a nostalgia. De repente todo encajaba.
Algo que aprovechamos para que el personaje se pareciese más a la imagen del personaje del librojuego original, por esto de que los fans existentes del libro pudiesen ver una continuidad a pesar del cambio del papel a digital. Con esta nueva época, el protagonista encajaba mucho mejor en el perfil de un joven heavy metalero, moreno, con melena. Francis lo puso todo en el asador, literalmente.
¡Demasiado duro! Afortunadamente Francis tenía más ases en la manga.
¡Oh! Ya nos vamos acercando.
«Tráeme a alguien con el que me quiera acostar»
Mientras tanto, Maite dio con un diseño de personaje que, tomando la directriz «que se parezca al personaje original», resultaba demasiado parecido…
Ante esto, tuve que recurrir a las palabras de Clive Barker durante el desarrollo de Undying, una anécdota genial. Los diseñadores del juego le presentaron un personaje alto, calvo, repleto de tatuajes y llamado El Conde Magnus. Al cual Clive replicó:
Mirad, ¿alguien de aquí conoce a un conde? No. ¿Alguien de aquí conoce a un tipo llamado Magnus? No. ¿Realmente alguien quiere meterse en la piel de este tipo?» Tras lo cual, descartaron a su personaje principal y Clive concluyó: «Mirad. Tenéis a un hombre gay al cargo aquí. Traedme a alguien con el que me quiera acostar. Traedme a alguien fabulosamente sexy…»
Así que le conté esto mismo a Maite. «Quiero que me diseñes un personaje joven, simpático, atractivo, que te guste, con el cual te irías a la cama. Pero no te olvides de que es un chaval normal, tiene que resultar cercano y humano.» Y entonces lo clavó.
Con esto completamos con éxito el objetivo de tener un personaje joven, buena gente, metalero, inexperto en supervivencia y atractivo. Alguien con el que el jugador quiera pasar su tiempo. Y de paso es un diseño atractivo tanto para hombres como para mujeres a la hora de meterse en su piel y jugar. Todo un reto para una historia de zombis.
Crear a Johnny ha sido genial para el equipo, y creemos que hemos dado con alguien muy especial con el que puedes vivir esta aventura.
¿Y qué pasa con un personaje femenino?
Los estándares de la Ficción Interactiva en este siglo XXI indican que es deseable tener la opción de elegir el género del personaje, incluso su orientación sexual. Por desgracia, debido a la naturaleza del libro, no es algo que tuviésemos contemplado y tampoco es algo para lo que tuviésemos presupuesto, y eso nos enfurecía especialmente. Nos hubiese encantado diseñar a una Juana Doe como heroína femenina. Nos morimos de ganas, pero por desgracia para un concepto como el de Z Files duplicar los recursos gráficos del personaje principal es demasiado costoso. No obstante, no nos quedamos contentos y llevamos tiempo pensando en cómo darle vida… ¿Un stretch goal? Es un asunto peliagudo en una época en la que la crispación sobre la diversidad de los personajes en videojuegos es mayor que nunca, y por tanto hay que abordarlo con mucho tacto. Pero creemos que hemos dado con una solución que puede incluso darle la vuelta a los últimos días del crowdfunding. Pero tendréis que esperar… a mañana. ¡Quedan menos de 72 horas! Y mañana anunciamos recompensas muy especiales en nuestra campaña de Kickstarter. ¡Ayuda a dar vida a Johnny!