04 de febrero, 2013

Little Infierno
Tomorrow Corporation
2012
Puzle
PC
tomorrowcorporation.com/littleinferno

Little Inferno

El frío es uno de los mejores aliados del gamer común. ¿Qué puede haber más gratificante que quedarse en casa calentito, enchufado al mando o al teclado, mientras en el mundo exterior el viento castiga a los paraguas o la lluvia hace trabajar frenéticamente los limpiaparabrisas? Y si encima nieva, mayor razón todavía. ¿Quién querría salir ahí fuera?

Hace frío en el mundo de Little Inferno. Mucho frío. Y hay mucha nieve. Y nuestros anónimos protagonistas no tienen frente a sí una pantalla como la nuestra, pero sí una revolucionaria Chimenea Interactiva con la que dedicarse a lo único que puede ser más divertido que los videojuegos: quemar cosas. Cosas que se encargan en catálogos de todo tipo: desde juguetes clásicos y videojuegos hasta enseres del hogar o piezas de coleccionismo. Tendremos que pagar por cada una de ellas, pero ésa será nuestra única molestia: el paquete nos llegará a casa y aparecerá cómodamente a nuestro lado.

Pero hemos dicho «pagar», ¿y si nos quedamos sin dinero? Bah, eso es virtualmente imposible. Cada vez que quememos algo nos soltará monedas, y si encima desbloqueamos los diferentes combos, colocando en la chimenea determinados objetos a la vez, nos embolsaremos mayores cantidades. Quemar chismes, ganar dinero, comprar, seguir quemando. Definitivamente no se me ocurre una mejor manera de pasar una tarde de invierno.

A simple vista, esto es lo que nos ofrece Little Inferno, tal como nos explican las instrucciones de nuestra nueva y flamante chimenea cortesía de Tomorrow Corporation. Y como dejan bien claro, es todo lo que debemos saber. Eso, y que ahí fuera, nos recuerda el parte del tiempo, sigue haciendo mucho frío. Aunque tal vez, si somos mentes inquietas, puede que alcemos la mirada en alguna que otra ocasión… escudriñando esa incierta oscuridad que trepa chimenea arriba. De donde vienen unos curiosos insectos que parecen compuestos de hollín y a donde escapan presurosas las llamas, capaces de adoptar caprichosas formas y de desvelar secretos ocultos en los objetos que consumen.

Nuestra Chimenea Interactiva es un aparato sofisticado, optimizado hasta el menor detalle. Sólo hay una norma inviolable: no hacer otro uso de ella más allá del especificado. No hay que quemar ningún otro objeto que no pertenezca al catálogo, por ejemplo, o sucederán cosas malas. Simple y sencillo. Pero, eh, la oscuridad nos sigue llamando… y es que somos niños, al fin y al cabo. Niños que no están hechos para quedarse eternamente al calor de la lumbre, y a los que no se puede pedir que no busquen respuestas, explicaciones. Un mundo más allá de la cortina de humo.

Little Inferno sorprende gratamente por muchos motivos, aunque en realidad no es nada que no nos hayan dado hasta ahora los miembros de Tomorrow Corporation, la desarrolladora que se disfraza para colarse dentro de su propia historia. Los títulos anteriores en los que han trabajado los miembros de este estudio (Kyle Gabler, Kyle Gray y Allan Blomquist), World of Goo (2D Boy, 2008) y Henry Hatsworth (EA Tiburon, 2009), también utilizaban la misma artimaña como punto de partida: nos atrapaban enseguida con una mecánica simple y adictiva, y una vez en sus redes aprovechaban para mostrarnos, entre bambalinas, una curiosa y divertida historia. Pero en Little Inferno van mucho más allá. Es una distopía en toda regla, contada de manera magistral. La trama de fondo se desenreda poco a poco; las cartas a las que en un primer momento no damos importancia nos van desvelando detalles y creando un interés creciente por ese mundo vedado, del que apenas entrevemos retazos y que se dibuja en nuestra mente como un perpetuo invierno.

Pronto nos hallaremos debatiéndonos entre seguir quemando y quemando (y es que es increíblemente relajante y absorbente) hasta desbloquear los 99 combos… o seguir las pistas que nos lleven a derribar esas paredes de ladrillo que nos separan del exterior. La metáfora es evidente: un retrato de la sociedad de consumo, de su condición efímera, del aletargamiento al que nos somete y al que nos sometemos con placer buscando la misma calidez que emana de nuestra chimenea virtual; pero no por ser obvia deja de estar bien elaborada, y sin duda hay que quitarse el sombrero ante la manera en que Tomorrow Corporation es capaz de narrarnos una historia completa, coherente, con apenas unos pocos elementos. Una vez más la sencillez gana el round a la espectacularidad.

El humor alcanza aquí un grado de madurez mayor. El sarcasmo, o directamente la mala baba que encontramos en las descripciones de los productos harán que desbloquear nuevos catálogos tenga un aliciente adicional; y los combos, que suponen la orientación del juego hacia el puzle, poseen un punto de ingenio delicioso. Nos reiremos, sin duda, pero al mismo tiempo no podremos evitar sentir una especie de tristeza, una sensación incómoda al pensar en lo que estamos haciendo y en lo que hay ahí fuera… y el órdago final nos llevará a una resolución abierta, un tanto metafísica, en la que la desolación y la esperanza se funden en uno. Igual que las nubes lo hacen con el humo.

Acerca de Scullywen


Una especie de bundle friki con patas: videojuegos, rol, juegos de mesa con muchas piececitas de colores, ciencia ficción y fantasía a tutiplén, cómics, series de esas que no tienen audiencia y pueblan los sueños húmedos de Joss Whedon... También escribo cosas, y a veces lo hago con las manos. Y con un gato encima del teclado.

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