Dev++

27 de enero, 2016
Voces en makoa: el doblaje de A Rite from the Stars (Parte III: Grabación)

El otro día fui a comprar golosinas (soy adicto al azúcar), y al pedir una de esas bolsitas que sólo llevan fresitas dentro mi cerebro se activó en el lóbulo incorrecto y mi aparato fonador moduló una cadena lingüística que sonaba tal que así: holopohiwo atoawea nialatotepo. Si el amable comerciante oriental se sorprendió por esta expresión en apariencia sin sentido (en realidad significa «todo el mañana sacrificado»), no dio muestras de ello. Simplemente sonrió, colocó una bolsa de Fritos en el mostrador y sin perder su amable gesto me pidió treinta y cinco céntimos.

Se trata del primer intercambio comercial documentado de la historia llevado a cabo en lengua makoa. Al menos parcialmente. Anonadado como me hallaba por haber formado parte de tan magno acontecimiento, cogí la bolsa, pagué con la primera moneda que salió de mi cartera (creo que era un euro) y salí de la tienda con una expresión en la cara semejante a la de la gente que está a punto de ser atropellada. Dado que soy un ferviente seguidor del método científico, y aprovechando que mi novia sabe chino, le pregunte si holopohiwo atoawea nialatotepo se parecía remotamente a alguna expresión en mandarín. Tenía que comprobar si realmente el makoa me había salvado de una sobredosis de azúcar o ésa es la forma de pedir Fritos en China y/o Taiwán. Ella me dijo que, efectivamente, era un idiota.

En realidad no soy idiota. Es decir, no soy más idiota que antes de aprender makoa. La prueba es que este comportamiento se repitió durante los meses posteriores al doblaje por parte de quienes participaron en él.

Y por fin, es hora de desterrar los traumas y cerrar este capítulo para siempre.

Este artículo es una colaboración de Carlos L. Hernando y Daniel Núñez Martín, miembros de Risin’ Goat y acólitos de La Cabra.
Carlos es game designer y guionista, y Daniel es compositor musical y técnico de sonido. Ahora mismo están terminando de desarrollar A Rite from the Stars, un juego que está poniendo a prueba sus habilidades. Podéis contactar con ellos directamente en Twitter, el mail de Risin’ Goat o en Linkedin (Carlos y Daniel).

La hora de la verdad (en do menor)

«Cuando escribo una pieza musical, me gusta abstraerme, concebir la idea dentro de mí, sentir cómo crece en mi interior hasta alcanzar su plenitud… En ese momento, cuando está totalmente desarrollada, siento un placer indescriptible y puedo ponerme a componer. Espera, no me acaba de gustar cómo queda eso, ¿puedo camb…» – Daniel Núñez Martín, compositor musical y técnico de sonido de A Rite from the Stars

Si recordáis la segunda parte de este artículo, los tres comités de crisis unipersonales habían logrado traducir los takes de todos los personajes makoaparlantes en tiempo récord. Sin embargo, para abordar esta sección tenemos que viajar al pasado. En realidad, toda lectura es de alguna manera un viaje al pasado. Es decir, todo texto ha sido escrito por la versión anterior de una persona que a saber qué estará haciendo en este preciso momento. Quizás hasta le haya dado tiempo a arrepentirse. Pero en este caso, me refiero a que he de narrar ciertos acontecimientos previos a terminar el guión del juego. Antes de eso, estuvimos trabajando en las letras de la banda sonora y para ello contábamos con nuestra recién creada lengua. Cronológicamente estábamos en ese punto en el que acabábamos de preparar la remesa de palabras básicas (al comienzo de «La criatura crece», en la anterior parte de este artículo).

No todos los temas musicales de A Rite from the Stars tienen una sección de voz. Durante ciertos escenarios del juego, Kirm puede entrar en el Mundo del Espíritu, una versión retorcida de la realidad donde los entornos mutan. Esto se trasladó también a las músicas que ambientan dichos escenarios, por lo que tienen dos versiones, Real y Espíritu. Uno de los elementos distintivos de las versiones Espíritu son los coros. Hay una excepción, un tema fuera de ese mundo (Looking into the Eyes of Destiny) que también utiliza coros. No es necesario hablar más de la banda sonora, eso daría para otro artículo. Basta con tener en cuenta que el porcentaje de temas corales es de aproximadamente un 20%, por lo que no debería de ser una locura escribir letras para dichos temas. Lo cierto es que no lo fue, y eso hizo que me confiara en las semanas previas a la traducción del guión. Apenas necesité añadir unas diez palabras al vocabulario existente para terminar las letras.

Antes de ponerme a ello, sin embargo, hicimos una pequeña prueba. Dani y yo nos grabamos el uno al otro cantando las voces de Looking into de Eyes of Destiny (al ser el único tema con coros exclusivamente masculinos) varias veces. Después, la magia de la posproducción digital creo la ilusión de un coro formado por nuestros clones. Así sonábamos.

El resultado nos gustó y no nos había llevado demasiado tiempo, por lo que decidimos dar el siguiente paso y grabar todas las piezas corales utilizando este método. Dani insistió en que debíamos incluir más intérpretes para mejorar el producto final. Sobre todo intérpretes femeninas, por razones obvias.

Sin embargo…

Para alcanzar una textura sonora adecuada calculé que necesitaríamos como mínimo cuatro voces masculinas y cuatro femeninas. Uno de los problema era que no conocía a ningún cantante masculino capaz de llegar a las notas bajas y el que más se acercaba era yo, que no estoy especializado en canto.

Finalmente logramos reunir las ocho voces que requería el trabajo. Pero al no ser profesionales, tardábamos más de lo normal en grabarlos. Tened en cuenta que hay un límite de tiempo en el que una persona puede cantar sin que se le resienta la voz. Eso se unía a que teníamos que grabarlos uno a uno, pues no contábamos con un estudio con capacidad para varias personas. La grabación se fue alargando en el tiempo. Tampoco muchísimo, gracias a que no había muchas canciones corales en el juego; sin embargo, no podíamos dedicarle demasiado tiempo a este tema, porque era algo que no estaba planeado desde el principio. Al final, no todos los temas tenían las ocho voces deseadas. No es que sonaran mal, pero me hubiera gustado llegar más lejos.

«En un principio los coros iban a ser digitales y sin letra. El makoa mejoraba el producto final, pero alargar los tiempos de producción no era prudente dado que aún quedaban muchas cosas del juego por hacer.» – Daniel Núñez Martín, compositor musical y técnico de sonido de A Rite from the Stars

En ese momento vivimos lo que la mayor parte de la gente conoce como intervención divina. En Risin’ Goat nos referimos a este tipo de fenómenos como Intervención Cáprica. Por casualidades de la vida, descubrí que un amigo mío, el atractivo y seductor Íñigo Barranco, es parte de un coro, y tras hablar con él y con sus compañeros nos hicieron el inmerso honor de colaborar en la banda sonora, convirtiéndose el primer coro makoa profesional del mundo. Además, pudimos trabajar en su conservatorio, lo que nos permitió grabarles en grupos de varios intérpretes en lugar de uno en uno (como veníamos haciendo hasta ahora). Ellos son el Coro Organum.

Las voces que teníamos, unidas a las del Coro Organum, dieron lugar a las texturas exactas que Dani necesitaba. O algo así, yo no soy músico. Lo que sí es cierto y apreciable es que la banda sonora mejoró ostensiblemente. Y además conocimos a gente muy maja. He aquí un ejemplo de composición (el audio está todavía sin mezclar ni masterizar, por lo que la calidad final será mayor).

La banda sonora nos había causado problemas, pero ninguno de ellos excesivamente grave. El mayor, sin embargo, es que nos había creado ciertas expectativas sobre el makoa que no serían aplicables al doblaje del guión del juego.

La hora de la verdad (en prosa)

«Sobreviví al doblaje, pero no sé si sobreviviré a la edición.» – Daniel Núñez Martín, compositor musical y técnico de sonido de A Rite from the Stars

Volviendo al momento presente (y con presente me refiero al final de la segunda parte de este artículo), acabábamos de terminar de traducir el guión al makoa, pero aún no estábamos preparados para empezar a doblar. Había que trocear el guión por personajes e idiomas (lógicamente, los actores y actrices necesitaban una versión en makoa para ver qué tenían que decir y una versión en español para saber qué diablos significaba lo que tenían que decir). Había que redactar documentación sobre el correcto uso del makoa, así como documentos biográficos sobre cada uno de los personajes para dar contexto a los intérpretes. Esto no es emocionante ni entretenido, pero lo comento porque mucha gente se suele olvidar de una parte muy importante de hacer videojuegos: la documentación. Puede resultar gris y aburrida, pero es otro arma importante en el arsenal del desarrollador indie en su lucha contra Dinero y Tiempo.

Mención especial tuvo el documento de Hoku, la estrella guía de Kirm. Aquí los tenemos a ambos.

Hoku es el personaje que más habla del juego. Como no es Makoa, utiliza su propio lenguaje. El problema es que, para que sonara creíble, teníamos que crear algo con cierta coherencia. Y teníamos que crearlo rápido. Redacté una lista de términos comunes para que siempre se pronunciaran de la misma manera y también de nombres propios makoa (estos sí los recitaría en este idioma). Mientras tanto, Dani me ayudó a agrupar los takes que transmitían una emoción determinada y que estuvieran alejados en el tiempo para que no se notara la repetición. También necesitaba algún tipo de sonoridad única en el contexto del juego. Terminé decantándome por el japonés, porque su pronunciación tiene cierta similitud con la del español. Esta vez no creé significados, más allá de las expresiones que Hoku utilizaba con mayor frecuencia. De esta forma, logramos una fonética coherente para nuestra estrella guía.

Ya teníamos todo. Esta vez me vería mucho más implicado durante las grabaciones que con la banda sonora, pues tendría que ejercer como director de doblaje. Ya expliqué las funciones generales del director de doblaje en la primera parte de este artículo. En mi caso, no sólo tuve que matizar las emociones de los personajes y el tipo de voz que necesitábamos; también tenía que explicar cómo debía pronunciarse cada take y qué significaba exactamente en castellano. He de decir que todos los intérpretes (sobre todo los que tenían un personaje Makoa) demostraron una valentía y un tesón encomiables. Pusieron todo de su parte, repitiendo los takes las veces que hiciera falta. A veces más de treinta.

Y éste fue el problema. El Gran Problema. La lengua makoa ralentizaba el doblaje tanto que el tiempo amenazaba con suicidarse. Los idiomas guturales hechos ad hoc para los personajes secundarios y Hoku también daban problemas, pero a una escala muchísimo menor, pues otorgaban más juego a la improvisación; no necesitaban ser coherentes al 100%. Durante el doblaje de la banda sonora no nos habíamos dado cuenta de esto, porque al cantar sólo hay que preocuparse de leer y entonar, así que nos confiamos.

En ese momento Dani y yo (y los actores implicados también) nos percatamos de que la media de takes por sesión de cuatro horas no era 70 (recordad que, en la primera parte del artículo, Dani nos comentó que ésa es la media habitual para un doblaje amateur), sino que oscilaba entre 30 y 40. En ocasiones, la cifra era incluso más baja. Nos fijamos en que ciertas palabras costaban más que otras. He aquí el ranking con los términos que más problemas dieron a nuestro abnegado equipo de héroes y heroínas del doblaje:

1. Holopohiwo
2. Atoawea
3. Nialatotepo

«En aquel momento, todo se fue al carajo. Los tiempos de producción no cuadraban y no podíamos pedirle tanto tiempo a la gente que nos prestaba sus voces. Teníamos que renunciar al doblaje.» – Daniel Núñez Martín, compositor musical y técnico de sonido de A Rite from the Stars

O eso hubiera dicho Dani si no hubiéramos tomado todas las medidas de contención que he ido relatando en las tres partes del artículo. Ésta fue la prosaica hora de la verdad, y como reza la cita que da comienzo a esta sección, sobrevivimos. Pero por poco.

Plantearnos un guión lo más corto posible, tratar de repartir los takes por personajes en la medida de lo posible, reducir el número de personajes que hablan makoa y realizar toda la traducción exclusivamente en el periodo de tiempo conocido como Semana Semántica del Caos. Estas medidas nos dieron el suficiente tiempo de maniobra como para terminar el doblaje dentro de unos tiempos razonables. Por supuesto, esto eliminó la posibilidad de hacer una traducción extra de todos los textos in-game en makoa para otorgar un logro a los osados jugadores capaces de terminar así el juego.

Desde luego, nos hubiera gustado finiquitarlo antes, pero podría haber sido mucho peor. Es muy importante, a la hora de planificar un doblaje que no es 100% profesional, sobre todo si es un doblaje poco ortodoxo como el nuestro, dedicar un tiempo para contingencias. Esto claramente es aplicable a cualquier otro aspecto del desarrollo, pero, como ya comenté en la primera parte, la incertidumbre se acentúa si tienes que involucrar a gente externa al estudio. Así pues, trabajamos mucho y en horarios extraños, con días espaciados y en festivos y fines de semana. Nuestra prioridad era acabarlo cuanto antes, así que estábamos dispuestos a grabar en cualquier momento. En algunos momentos parecía que el destino se había olvidado de La Cabra, pues aproximadamente la mitad de los actores se constipó durante este período, haciendo aún más difícil cuadrar fechas.

Una vez más, quiero mostrar el reconocimiento de La Cabra a nuestros héroes y heroínas particulares, cuya dedicación fue una inspiración para todos. Uno de ellos llegó a venir a grabar el día de su aniversario de bodas. No podemos sino quitarnos el sombrero metafórico ante él y ante sus compañeros y compañeras de doblaje. Aquí está nuestro más sentido homenaje.

Y hasta aquí el artículo. El doblaje, gracias a La Cabra, ya está terminado… Excepto para Dani, él todavía tiene que editar el sonido. Es decir, normalizar el audio, comprobar que no se cuela ningún ruido externo, clasificar cada take, eliminar chasquidos y otros sonidos bucales molestos…

«¡¡¡Aaaaarrrggggghhghfgxx…» – Daniel Núñez Martín, compositor musical y técnico de sonido de A Rite from the Stars

Deseadle suerte, por favor. Puede que sea lo último que haga en la vida como persona medianamente cuerda.

Epílogo etílico

Yo también quiero expresar mis agradecimientos por acompañarnos en este camino y a Indie-o-rama por proporcionarnos el medio. En Risin’ Goat seguimos trabajando para terminar A Rite from the Stars y hacer que todo esto haya tenido sentido.

Finalmente, puesto que soy game designer, no quería despedirme sin antes regalaros un juego. Yo lo llamo Makoa on the rocks. Para este juego sólo necesitas estos tres elementos:

• Un grupo de cuatro o más personas (se puede jugar con menos, pero pierde gracia)

• Alcohol (pueden ser chupitos, copazos, botellas de sidra o lo que sea; recordad que la creatividad es el principal arma de los indies), pero es importante que sean diferentes por cada jugador (dentro de la misma categoría).

• Una o más frases en makoa (en papel o en la pantalla de un móvil, o también podéis ser exageradamente creativos y tatuároslas -mandadme la foto en ese caso-)

El juego es sencillo y se divide en cuatro fases.

Fase de la Sabiduría. El primer jugador comienza a leer una frase en makoa (cuanto más rápido, mejor). Cuando falle (probablemente en holopohiwo) tiene que beber. Después pasa la frase al siguiente jugador, que debe hacer lo propio, pero comenzando por la palabra en la que falló el jugador anterior. Así hasta que se pronuncie correctamente la última palabra de la frase. El jugador que lo consiga será proclamado Jefe Makoa (Makoa Papa).

Fase del Valor. El Jefe Makoa tendrá que elegir a cualquier otro jugador, que deberá ponerse en pie y gritar la frase entera y de corrido (mucho más rápido que en la anterior fase), concluyendo con un grito de guerra. Si no lo logra, tiene que beber y pasar la frase al siguiente jugador, que debe intentarlo en su lugar. Así hasta que algún jugador lo logre. El Jefe Makoa no participa en esta fase. El jugador que lo consiga será proclamado Primer Cazador Makoa (Makoa Wutoko Howaha ho).

Fase del Espíritu. El Primer Cazador deberá elegir a otro jugador, que tratará de decir la frase al revés (ya sea por sílabas o por palabras, depende de la dificultad deseada) y en un tono de voz misterioso. Si no lo logra, tiene que beber y pasar la frase al siguiente jugador, que debe intentarlo en su lugar. Así hasta que algún jugador lo logre. El Jefe Makoa y el Primer Cazador no participan en esta fase. El jugador que lo consiga será proclamado Chamán Makoa (Makoa Horomi).

Fase Final. El Chamán Makoa tendrá entonces que crear una poción mezclando los restos de bebidas que queden en la mesa. Se puede pedir más bebida en caso de que el Chamán considere que no cuenta con suficientes ingredientes místicos para su alquimia. El Jefe Makoa y el Primer Cazador le supervisarán para que el brebaje no se le vaya de las manos. El jugador restante (o jugadores) será considerado El Elegido (o Los Elegidos) y deberá beberse la poción. En caso de haber varios Elegidos se cocinarán varias pociones.

Por supuesto, podéis hacer las variaciones que queráis, siempre he sido fan de la comunidad mod. Sé que encontrar frases en makoa es difícil, pero recordad que podéis consultar el diccionario en la segunda parte de este artículo, y que esa misma parte contiene una frase makoana casi al principio. Por si acaso, os adjunto un par más provenientes del mismísimo guión de A Rite from the Stars. Si necesitáis más, pedídnoslas por Twitter o a [email protected].

Buena suerte.

Huna naku hotuteku kirito. Le lo takua-puna pulela ni manena te nialatotepona. Holopohiwo te lewu akuoe, holopohiwo te lewu detea.

Kalukiki tikitaka-puna ta ko heila laomeina hoi nialatotepona howa ko tawakoiea. Koke, li kumoa imo li kulapula totoe pohiwo…

Acerca de Dev++


Mi nombre es Dev++, pues somos muchos. indie-o-rama da cobijo a una legión de talentos del desarrollo que colaboran con su experiencia. Si no está hecho, puede hacerse. Si lo está, puede explicarse. Protagoniza el próximo Dev++ clicando aquí.

No hay comentarios