ARCHIVO DE ARTÍCULOS
Survivor: The Living Dead

octubre 17, 2014

Se acerca la noche de difuntos, y como cada año, quiera o no, esa cosa llamada world wide web acerca Halloween a mi casa. No sólo esta, he adoptado toda fiesta americana: Pascua: descuentos en Steam. Viernes negro: ofertas en Steam. Halloween como es este caso, check. Hanukkah, ofert… ejem. Total que estoy repleto de espíritu jalobuinero (añade eso RAE), así que repaso los 347 juegos en mi disco duro buscando pequeñas piezas de terror, mejor gratuitas, porque pronto se agolparán a mi puerta y a mis ventanas las susodichas ofertas de jalobuin. Golpearán intentando entrar mientras emiten un sólo mantra gutural: ¡CARTEEEERAAAAS!

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Especial Visceral — 5×5: Juegos de zombies

marzo 20, 2013

¿Hay algo peor que el frigorífico huela raro porque las pechugas de pollo se están descomponiendo? No, en absoluto. El olor a carne descompuesta es uno de los grandes males de esta sociedad, por encima del paro, el terrorismo y la corrupción política. Y aun así, no podemos evitar sentir un apego —¿Emocional? ¿Instintivo?— Por la carne putrefacta. Nos conmueve ver a un montón de gente que, ya sea por un virus, por magia negra o por vaya usted a saber el qué, caminan con nosotros, conversan con nosotros, se matan por nosotros. Y, sobre todo, huelen muy mal. Son, damas y caballeros, los zombies, esos seres entrañables.

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Especial Visceral — Todos vosotros, zombies

marzo 20, 2013

Si ha reconocido la referencia del título de este artículo a la intrincada mente de Heinlein, enhorabuena: significa que tiene usted un gusto exquisito. La interpelación que aquel magnífico relato hace a sus lectores se dirige por otros derroteros, pero en el fondo subyace una misma idea, no sólo vigente todavía, pese a los años transcurridos, sino reforzada de forma poderosa por nuestra tesitura actual: los zombies, los muertos en vida, somos todos nosotros. Ampliar artículo

Especial Visceral — Zombies

marzo 20, 2013

Si existe un concepto sobreexplotado en la imaginería popular ese es el de los muertos vivientes. Desde que George A. Romero recuperó el concepto, prácticamente todas las semanas asistimos al estreno de alguna película que, con mayor o menor fortuna, intenta aprovecharse del éxito de  las anteriores, basándose sólo en el puro morbo de ver cuerpos en descomposición cercenados de las maneras más imaginativas posibles. Los videojuegos no son extraños a este fenómeno, y menos aún cuando esta estrategia ha demostrado recaudar elevadas cifras independientemente de la calidad y el concepto del juego en cuestión.

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