20 de diciembre, 2012

DEFCON
Introversion Software
2006
Estrategia
Windows, Mac OS X, Linux
www.introversion.co.uk/defcon/

DEFCON

Siempre nos ha preocupado el futuro. No en vano, la literatura de ciencia ficción se ha encargado de hacer las preguntas, y a la vez, de responderlas con mil y una posibilidades sobre lo que nos deparan los tiempos venideros. Aunque todo hay que decirlo, en la mayoría de ocasiones no suelen ser visiones muy optimistas. Quizás por la creciente tensión entre los dos principales bandos durante la llamada Guerra Fría, al término de la Segunda Guerra mundial, estas visiones de futuro se volvían cada vez más pesimistas, imaginando mundos en los que el miedo hacia un inesperado ataque nuclear se hacía realidad, acabando de paso con la gran mayoría de la vida en el planeta. Aparece así el concepto de futuro post apocalíptico como la distopía por excelencia.

Como hemos comentado, no son pocas las referencias que en la literatura podemos encontrar. Autores como Philip K. Dick, hacen de este desesperanzador futuro telón de fondo para muchas de sus obras, entre ellas la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Doubleday, 1968), convertida más tarde al cine como Blade Runner (Ridley Scott, 1982). Películas como Mad Max (George Miller, 1979) o Planet of the Apes (Franklin J. Schaffner, 1968) elaboran también su trama en unos tiempos en los que la guerra no solo ha acabado con casi toda civilización, sino que la que sobrevive ha retrocedido hasta alcanzar un estado casi primitivo.

Otras películas, como WarGames (John Badham, 1983), presentan un punto de vista algo diferente. El escenario ya no es este desastroso futuro, sino que la acción se traslada a un tiempo presente, o incluso pasado, en el que existe un considerable temor por el comienzo de una guerra nuclear mundial. Así pues ese futuro post apocalíptico sigue presente aunque no de forma explícita, sino reflejado en el miedo de sus protagonistas.

Por supuesto el mundo de los videojuegos está repleto de ejemplos, la mayoría desarrollando su trama dentro de ese apocalíptico y devastado futuro, como por ejemplo la saga Fallout (1997), sin embargo otros nos plantean la historia desde otro ángulo, al más puro estilo WarGames, película de la que por cierto parecen tomar su inspiración los creadores del juego que hoy nos atañe: DEFCON.

El juego nos adentra en una sala de mando desde la cual podremos controlar todas las defensas disponibles para defender nuestro continente frente a una inminente guerra termonuclear a escala mundial. El nombre no está escogido al azar. DEFCON es el acrónimo de las palabras «defense condition» y se trata de una escala que marca el nivel de alerta de una nación, la cual va desde el nivel 5, en el que se vive en situación de paz, hasta el nivel 1, en el que la guerra es inminente. Basándose en esto el juego toma la dinámica de ir avanzando en dicha escala cada cierto tiempo, de modo que la tensión crece a medida que este nos lleva desde el defcon 5, donde empezaremos a colocar nuestras defensas, hasta el DEFCON 1, momento en el que soltaremos todo nuestro arsenal nuclear y el mapa se convertirá en un bonito árbol de navidad.

El principal objetivo del juego es eliminar a la mayor cantidad de habitantes posibles destruyendo las principales ciudades del enemigo, y para ello, el tiempo es el gran protagonista ya que podremos hacerlo correr de forma real o a un ritmo más acelerado. En muchas de las ocasiones, dadas ya las órdenes pertinentes, nos quedaremos ensimismados mirando la pantalla, mientras el reloj avanza lentamente, al mismo tiempo que nuestros misiles nucleares trazan sus trayectorias. Los momentos de los impactos son todo un espectáculo, convirtiendo el estado de defcon 1 en toda una orgía de explosiones y devastación gracias a unos gráficos sencillos que nos hacen sumergirnos de lleno en la acción.

Nada de lo dicho anteriormente funcionaría tan bien si el juego careciera de la ambientación que se le ha proporcionado. La banda sonora es sublime. Podemos encontrar mucha música ambiental, la cual transmite a la perfección sensaciones de pánico, tragedia o tristeza, todo acompañado de unas voces corales que hacen incrementar estos sentimientos. Es más, en ocasiones podemos escuchar de fondo niños llorando o personas tosiendo, lo cual produce una fuerte imagen mental de la situación en la que nos encontramos y la barbarie que estamos llevando a cabo con todos esos millones de vidas en nuestras manos.

Así pues, jugar a DEFCON es toda una experiencia que nadie debería dejar pasar, sobre todo porque es de esos juegos que hacen pensar y reflexionar sobre lo fácil que sería acabar con todo lo que tenemos y sumir a este mundo (y sus supervivientes) en la más aterradora desolación.

No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la Cuarta Guerra Mundial: piedras y palos.

Albert Einstein

Acerca de Locke


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