Toni Martín

01 de marzo, 2013

The Basement Collection
Edmund McMillen
2012
Recopilatorio
Windows, Mac OS X, Linux
http://edmundm.com/

The Basement Collection

Antes de ser uno de los dioses del particular olimpo de los indies, Edmund McMillen creó un puñado de juegos, la mayoría muy experimentales y personales, que lo fueron acomodando en las entrañas de los minijuegos con firma de autor. Un estilo propio y muy reconocible que alcanzó su auge con los archiconocidos Super Meat Boy y The Binding of Isaac. Para rescatar todos esos proyectos nació una compilación que irrumpió en Steam de una forma silenciosa, casi de puntillas. Un pack con todos esos juegos, algunos mejorados, y llenos hasta los topes de jugosos extras. El compendio en cuestión se llama The Basement Collection y su mayor reclamo es su reducido precio, teniendo en cuenta que todos nacieron como minijuegos gratuitos.

En este repaso histórico por la carrera profesional de Edmund nos encontramos con unos juegos muy alternativos que parecen fragmentos de su diario en el que se sustituyen las palabras por dibujos vectoriales. Dentro de la colección hay juegos que más allá de ser curiosos y experimentales proyectos, resultan ser poco jugables o en su defecto, tediosos. No pasa nada y es que de eso trata The Basement Collection, descubrir los orígenes de uno de los nombres más reconocibles en el panorama.

De entre los 7 juegos disponibles desde un principio (hay alguno más desbloqueable), podemos rescatar algunos éxitos como Time Fcuck (2009), ese plataformas en el que combinamos entre dos planos y en el que además contamos con un interesante editor de niveles, lo que lo hace casi infinito. O Meat Boy (2008), el prototipo original que fundó las bases para el que sería uno de los indies más importantes de los últimos tiempos y que además contaba con otro programador en vez del ahora conocido Tommy Refenes.

El resto de títulos son muy artísticos y particulares. Es una manera elegante de decir que son, por lo general, bastante pesados. Juegos de desarrollo muy lento y pausado que con un uso de físicas atractivo pero desesperante, hacen que sean creaciones para un público reducido o selecto según se mire. El mayor problema es que son juegos creados en flash, que llevados a un nivel de exigencia alto, crean problemas de ralentizaciones sobre todo en equipos más antiguos.

Hablando sobre los demás títulos ,Coil (2008) trata sobre la creación de la vida, desde el espermatozoide que pulula en el fluido seminal, hasta la creación del ser humano tal y como lo conocemos. Una sucesión de minijuegos en los que no queda demasiado claro el objetivo en la mayoría de casos. En Triachnid (2006) controlamos a una araña con tres patas y con problemas psicomotrices, a la que deberemos ayudar arrastrando sus extremidades de manera consecutiva hasta alcanzar la meta. Aether (2008) es uno de los preferidos de McMillen y trata sobre un chico que viaja a lomos de una especie de pulpo espacial. En él debemos viajar entre diversos planetas recorriendo grandes distancias a través del espacio que las separa. Con alto contenido biográfico pero con un control que personalmente, considero desesperante. En Spewer (2009) el protagonista es un gusanito con la habilidad de vomitar y en un acto de necesidad para superar algunas zonas, volver a ingerirlo. Ese detalle repulsivo y gracioso a la vez, es el engranaje del juego que nos pondrá en diferentes situaciones plataformeras en un juego que peca de lento en cuanto a control. Por último, nos encontramos con Grey Matter (2008). Antes de ser uno de los enemigos de The Binding of Isaac, éste cerebro tratará de acabar con todos los enemigos en pantalla en un juego sencillo pero puede ser de los más adictivos del conjunto.

La fuerza de la colección son los extras ya que nos encontraremos con toneladas de bocetos, fotos, versiones jugables de los primero prototipos, cómics, fragmentos de entrevistas, más de una treintena de canciones, entre otros. Un lugar en el que perder horas averiguando como desbloquear un sinfín de contenido adicional que a priori aparecerán bloqueados. Sin duda, lo más interesante del paquete. Leyendo los comentarios vertidos sobre los juegos, podría parecer que no es una compra demasiado inteligente pero nada más lejos de la realidad. The Basement Collection es un álbum familiar lleno de fragmentos de la vida de Edmund McMillen con todo lo que ello supone. Una interesante ventana abierta a una carrera llena de éxitos y fracasos que han convertido a este carismático personaje en el más popular de los impopulares.

Acerca de Toni Martín


Commodoriano de toda la vida, me crié con un C64 y crecí con un Amiga 500 hasta la llegada de las consolas de 16

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