04 de octubre, 2014
Diario del desarrollador LXXXIII – Under the skin

Es sábado por la mañana, estoy escribiendo esto a todo correr porque no he podido hacerlo antes y tiene que salir ya mismo. También es cierto que ando con un internet intermitente por cosis que no puedo confesar, así que me está llevando el triple de tiempo habitual. A mi lo que me interesa, ahora mismo, es saber que opina Sitges (Sitges como una masa, como un ente uniforme) sobre Under the skin (Jonathan Glazer, 2013). Porque es una película mínima, enigmática, sutil y terrorífica. Esa película en la que quieres saber qué opinan los demás, para entender por donde van los gustos de según que público. Buscar el título + Sitges en Twitter ha arruinado mi día. Así que hablemos de videojuegos.

Uh, ah, las chicas cavan hoyos

Pues aquí un juego de cavar hoyos. Eres una tía y tienes que cavar hoyos y salvar a una princesa. Hay unicornios, palas para cavar y… pixeles. Y son todo tías las que hacen el juego y eso está bien porque uno se acaba hartando de que la visión impuesta en todos los videojuegos sea la del hombre blanco conquistando el salvaje oeste. Más o menos. Además te daban chapitas en el Kickstarter. Pero como ya ha terminado y se ha financiado con exito, pues nos hemos quedado sin chapitas. Ahora nos toca sentarnos y esperar a que salga a la venta para cavar hoyos. ¿Quién no ha querido cavar hoyos? Eso me recuerda a que en Under the skin

The Hole Story

True Gamers

¿Eres un jugador de verdad? ¿Pero de los de verdad? ¿Te has pasado muchas maquinas arcade con una sola monedas? ¿Has llegado a ver el final del Tetris? ¿Te comías a los fantasmas de Pac-Man aunque no te hubieses comido antes la bola gorda? ¿Capturar a los 151 pokemons para ti son una aventurilla de una tarde? ¿Crees que Ocarina of Time está sobrevalorado y que en Majora’s Mask Link se ha muerto? ¿Jugaste como un loco al Call of Duty 2, pero reniegas de ellos desde el Modern Warfare? ¿Vas a los Game a decirle a los chavales que dejen de comprar el FIFA, que son todos iguales? ¿Te preocupan los downgrade pero has comprado el Watch Dogs de salida? ¿Dices que el Dark Souls no te atrae, pero, en realidad, es porque eres muy patoso con él? ¿Siempre usas la misma combinación de botones en los juegos de lucha? ¡Felicidades! ¡Estás cerca de ser un true gamer!

Pixel Rift

Cazar para comer

Últimamente he confirmado esa teoría de que si tienes un avatar de anime en Twitter o en un foro, hay muchas posibilidades de que seas una terrible persona. Claro que eso no inhabilita el anime como tal y la estética de este juego, puro anime mainstream, me vende totalmente lo que tenga dentro detrás de ella. Aunque detrás hay cazar tu propia comida y usar magia para cocinarla. ¡Dale hostias a los animales y luego cómetelos! El sueño de cualquier persona que haya pasado una tarde en el campo y tenga bien claro que si quisiese comer jabalí, preferiría cazarlo a comprarlo. Al Kickstarter de este juego le faltan 23 días pero ya tiene más de lo buscado. Pero todo sea por las recompensas.

Battle Chef Brigade

Segundas partes

No ha tardado mucho en aparecer. Ya os dijimos que Olli Olli era una maravilla machacabotones mezcla de plataformas y beat ‘em up con piruetas imposibles en escenarios irreales. Ahora Olli Olli vuelve más grande, mejor, más bonito, más psicodélico, con el musicote chiptunero que siempre hemos querido y necesitado. Muy poco ha tardado esta segunda parte en ser anunciada. Pero por aquí estamos encantados. Nos surgen muchas preguntas cuando vemos una secuela de un juego indie, pero eso quedará para otro día. De momento, la única que nos queremos hacer es ¿cómo se puede mejorar lo perfecto? y ¿Estáis listos para volver a piñar 30 veces por minuto?

Olli Olli 2 (visto en RetroManiac)

Juegos satánicos, dinero de verdad

Esto ya no sé. En Kotaku nos dicen que se juega con dinero de verdad, que es un sustituto al Texas Hold ‘Em Poker, que es puramente satánico y muy divertido. Mejor lo miráis vosotros, yo me callo la boca y luego, si nos cruzamos por la calle y has perdido mucha pasta contra mi, tan solo hazme una señal, un pequeño gesto con la mano, con una ceja, con un labio y sabré que es el momento. (Por cierto, el nombre Cordial Minuet es un anagrama. A ver quién lo puede adivinar).

Cordial Minuet

Acerca de Diego Freire


Pequeño burgués posmoderno, cuyos placeres poco culpables son las películas de hostias con machos alfa, las novelas pulp con mujeres ligeras de ropa y quedarse en casa mientras la gente va a conciertos. Podéis leer más desvaríos del muchacho en su portfolio.

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