Pasado el asombro inicial, la fiebre GOTY y los halagos desmesurados, a nuestros amigos de Telltale se le ha golpeado duramente con una crítica constante: que toda su narrativa es mero humo, fantasmagoría y palabrería. Que las decisiones morales que tomamos en sus juegos no importan para nada, ¿y dónde está la gracia, entonces?
septiembre 10, 2013
Hay pocas cosas más desagradables que una mala adaptación de una obra. Sí, sin rodeos. No vamos a entrar en la tierra de nadie de las ambigüedades: si se escoge una historia para llevarla a otro formato es porque hay un mínimo interés en lo que ofrece de por sí, en lo que nos cuenta de fondo. Pura y sencilla metafísica: el formato y la forma pueden cambiar, pero no el espíritu. Esto suena a perogrullada, pero podríamos poner mil y un ejemplos de lo contrario: adaptaciones que se valen de una imagen comercial o de una fachada para construir un relato totalmente alejado en esencia, perdiendo de inmediato su razón de ser. Sabemos que no siempre es sencillo evitar esto, y por ello el esfuerzo de Telltale Games y su maestría en este campo resultan doblemente admirables. Ampliar artículo
julio 12, 2013
Algo me dice que de las muchas veces que tocamos —de modo más o menos tangencial— el tema de la madurez de los videojuegos, no solemos hacerlo con el debido detenimiento. Cierto es que la industria de los superéxitos prefabricados y las megaproducciones colocadas a escuadra sobre el calendario siguen sus propios dictámenes, como lo es que en todas las casas cuecen habas. Grandes o pequeños, el videojuego comienza a dejar atrás su imagen de comehoras improductivo, y desde las distintas ramas de tan lúdico pasatiempo como el que cultivamos se alzan voces que claman por valores un paso más allá; bien sean culturales, de compromiso social, o de lo que hablando pronto y mal podríamos resumir como una reivindicación de la «utilidad» del asunto. Ampliar artículo