ARCHIVO DE ARTÍCULOS
Snacks – Star Swing

febrero 27, 2014

Ian Snyder nos invita a un viaje estelar, pero para ello primero debemos sentarnos y relajarnos. Dejarnos llevar por las estrellas y por el rumbo que ellas mismas nos ofrecen. Este edificante periplo nos recuerda que los videojuegos también son un complemento para despejar la mente, pues sin duda Star Swing es el mejor de ellos contando siempre con el beneplácito de los ya loados Osmos (Hemisphere Games, 2009) o Proteus (Ed Key y David Kanaga, 2013). Ampliar artículo

Ian Snyder: «We have to beware of elevating anything to the pedestal of infallibility»

febrero 26, 2014

Offbeat, nonsensical, young creator graduated on Kansas City University. Out of the box thinker, distrustful towards self-promotion, Ian Snyder praises web browser games towards his creations, talks about the vital importance of developing, in a more personal and intimate way. Despite his youth, freshness and his high expectations about life, he’s behind more than ten projects, with which he has learned to improve day by day, proving that he is one of the pivotal authors of the future of indie scene. Ampliar artículo

Ian Snyder: «Hemos de tener cuidado a la hora de elevar cualquier cosa al pedestal de la infalibilidad»

febrero 26, 2014

Excéntrico, disparatado, joven creador graduado en Kansas City Art Institute, algo fuera de lo común, desconfiado a partes iguales y con más autobombo que si se tratara de un nuevo grupo musical de las radiofórmulas, Ian Snyder le saca los colores a los videojuegos para navegador y la vital importancia del desarrollo más personal e íntimista. A pesar de su juventud, lozanía y las altas espectativas sobre la vida, a sus espaldas hay más de diez proyectos con los que ha aprendido a mejorar día a día demostrando que estamos ante uno de los autores fundamentales del futuro de la escena indie. Ampliar artículo

«Proteus» y la madre que lo parió

abril 10, 2013

Entre los niños raros del colegio siempre están los más raros de todos. Aquellos que se hacen a un lado, se sientan solos en un banco y se dedican a ensoñarse mirándose los pies o con la mirada perdida en las motas de polvo que flotan al sol. Ésos a los que incluso los marginados, los parias, miran de reojo con extrañeza.

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